Llamame y dime alguna tontería, como que estás hecho un lío o que no puedes dejar de pensar en mí. Como que se te olvida cuanto son dos y dos y que no puedes evitar sonreír cuando recuerdas mi sonrisa.
Llamame y dime que parece que todo te recuerda a mi.
Llamame y dime que no hay cosa que te guste más que perder el tiempo conmigo, que notas un algo en la tripa que no sabes lo que es y que te estás empezando a preocupar.
Llamame y dime que te lo pasas conmigo como con nadie, que no se te paran de ocurrir excusas para verme y que luego te falta el valor para llevarlas a cabo.
Llamame y dime que tienes ganas de hacer una y mil cosas conmigo. Que quieres enseñarme todo tu mundo y que te mueres porque conozca cada detalle sobre tí. Que quieres saberlo todo de mí. Que todo lo que ya sabes te parece poco.
Llamame y dime que nos vayamos a la playa. De repente. Como un par de locos. Que tienes ganas de que la gente nos mire como siempre lo hace cuando estamos juntos. Que alucinen con nosotros. Con el brillo de nuestros ojos. Con nuestras conversaciones a la velocidad de la luz y con nuestras carcajadas.
Llamame y dime que tienes ganas de empezar a escribir algo conmigo, un algo que no tenga final al más puro estilo la historia interminable...
Llamame y dime que me has hecho un hueco en tu vida. Que no he llegado tarde sino en el momento perfecto.
...O nunca más me llames.
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