miércoles, 14 de septiembre de 2011
Las LIBRA
POR NADA IMPORTA
28 de septiembre de 1934
No conoces a una Libra. La arrastras. Porque una Libra no concibe el término medio ni su casa tiene recibidor. Porque una Libra, si te abre la puerta, te abre todas las jodidas puertas, y entra luz por las ventanas y estallan canciones bonitas en los altavoces al ritmo de su sonrisa y la llama de las velas que tan bien sopla.
Y tú, que hasta entonces (sólo) eras tú, ahora eres Rey, Montaraz, asno, padre, amante y, claro, perro callejero: “Fue como si los dos se hubieran envuelto, juntos, en alambre de pas, desnudos, cara a cara, y se hubieran arrojado a la vez por un barranco.”
Hasta aqui, estoy de acuerdo.
El viaje con una Libra se hace en el incómodo filo de la navaja, ya saben, unos días el sillón es de piel ajada y el abrazo es cálido como unas pantuflas de Hackett pero el siguente, ay el siguiente, el suelo es frío y su voz cruje en tu alma como sólo crujen las notas gastadas y los tiempos de espera.
Eso quiere decir dos cosas. Una, no pueden evitarlo. Ni Carrie Bradshow ni liberación de la mujer ni leches, tras tu inocente Libra habitan kilos y kilos de celos mezquinos, resentimiento y futuras broncas. Dos, eso significa, claro, que en un par de meses serás el puto maestro, el Yogi Zen, el Último Guerrero del noble arte de pedir perdón. Porque tú siempre tendrás la culpa y porque, demonios, siempre será más fácil darle la razón que comerte otra. Bronca. Más.
Siempre habia leido que las Libras evitan la peleas, no soportan el conflicto, son pacificas, diplomaticas...Y estoy mas de acuerdo con esto ultimo...
¿Follar, dices?
Para cepillártelas, sólo queda un camino: el misterio.
Ni hacerlas sonreír ni hombro amigo ni chico malo ni hostias. Misterio. Mantén tu culo en esa ambigua franja tan lejos de sus planes pero cerca de sus manos. No hay prisa, para que sepa dónde estás. Simplemente orbita a su alrededor. Sin prisa. Sin respuestas.
El misterio nunca esta de mas, pero en la cama no lo meteria, es mas, lo que suelen decir es que a las libra les gusta y necesitan saberse deseadas...
Recomendaciones vinícolas para una Libra, por Juan Ferrer Espinosa · Enópata.
Existen dos grandes grupos de Libras, por un lado están las diurnas, indecisas(Si), racionales (No), ecuánimes, aburridas y caseras. Asiduamente propietarias de poderosas ubres, anchas caderas y unos cuantos kilos de sobrepeso, serían la pareja ideal para criar niños y aburrirse como ostras el resto de vuestras vidas.
Pero imagino que no es eso lo que queréis.
Las otras Libras, las que nos interesan realmente, son animalillos adorables, las auténticas, o mejor dicho las arquetípicas, cuando uno tiene el placer de tropezarse con una de ellas (en las otras prefiero no pensar, pues me salen sarpullidos hasta de imaginarlo), aprecia en ella algunas virtudes fuera de lo común: son bellas -y lo saben-, de cuerpo esbelto, sensibles, inteligentes, de caricia sincera y precisa, aprecian y poseen el equilibrio en todas sus manifestaciones, la delicadeza de formas y fondo, la elegancia innata, el buen gusto es esencial en ellas. (Esto se suele decir de todas las libras...)
Todo es armónico, todo fluye sin esfuerzo, desde su acariciante sonrisa hasta sus sedosos besos.
Por tanto, mi consejo es que no deberíamos salir de esa agradable senda, es decir escoger sin dudar (nunca hay que hacerlo ante una Libra, pues ella es muy indecisa por naturaleza)(Lo admito) el vino adecuado para este raro espécimen de mujer, sería evidentemente un Borgoña, pero no uno cualquiera, sino uno de los más femeninos, espirituales, bellos y delicados borgoñas que uno se pueda imaginar. Si, efectivamente habéis acertado se trata de un Musigny, prodigio de sutilidad, sedosidad y ternura, con el mejor tacto bucal (en un vino, se entiende) que uno pueda imaginar, dotado de un recuerdo gustativo y olfativo mágico, sensual, difícil de olvidar de entender.
El más adecuado -si la Libra lo merece- sería un Comte Georges de Vogüé Musigny Vieilles Vignes de añada antigua (no más de 30 años por favor, ni para el vino ni para la Libra), su consumo idóneo se debería realizar en una noche cálida de primavera, con los bronceados cuerpos entrelazados suavemente, mirando al mar, desde una recóndita y protegida terraza, repleta de velas y almohadones, en sendas copas Senso Estradivarius, sin acompañamiento de alimento alguno y sonando de fondo las sempiternas variaciones Goldberg de Bach. (Interpretadas por Glenn Gould y un ampli “high end” de Jeff Rowland), mientras uno le susurra al oído palabras de amor.
(Suena muy muy bien, pero creo que no solo para una Libra...)
Solo así se puede enamorar a una Libra que merezca la pena.
Solo así nos merecerá la pena enamorar a una Libra
Y por si no ha quedado muy claro, lo que pone sobre nosotras en los libros:
Los libra se encuentran entre los signos más civilizados del zodiaco. Tienen encanto, elegancia y buen gusto, y son amables y pacíficos. Les gusta la belleza y la armonía y son capaces de ser imparcial ante conflictos. No obstante, una vez que han llegado a una opinión sobre algo, no les gusta que se les contradiga. Les gusta contar con el apoyo de los demás.
Un libra tiende a ser sensible a las necesidades de los demás y suele ser muy sociable. No soportan el conflicto y la crueldad y son muy diplomáticos ante los conflictos. Suelen buscar el consenso ante una situación conflictiva. Saben valorar los esfuerzos de los demás y les gusta vivir en equipo.
El lado negativo de un libra es frívola y es fácil que cambia de opinión. No les gusta la rutina y muchas veces les falta la capacidad de enfrentarse a los demás. Les encanta a los libra el placer, y esto les puede llevar a cometer ciertos excesos en su vida. Son muy curiosos, lo que puede ser un virtud si lo invierten en descubrir nuevas cosas, pero también un defecto si les lleva a meterse demasiado en la vida o los asuntos de los demás.
Pues si, esto es una pequeña descripcion de mi.
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