Fue hace poco, pero los recuerdo se diluyen.
Estaba en una casa al otro lado del mundo. Una casa fria, un domingo lluvioso.
En la cama. Perdiendo la máñana. Debajo del nordico.
Junto a un hombre. Un hombre alto, fuerte, guapo y que me gustaba.
Nos pasamos toda la mañana abrazados, en un duerme vela...
Acabas teniendo que abrir los ojos.
La cama se covierte en un territorio.
Un territorio para las caricias, los masajes, las risas, las peleas de almohada, cualquier cosa para estirar el tiempo y no levantarse.
Acabas teniendo que hacerlo.
Te desperezas.
Y al sofa.
Debajo de una manta.
Tengo hambre. Te toca cocinar. No te toca a ti. Yo no me pienso levantar. Yo tampoco.
Un piti.
Una cerveza.
Ponemos unos espaguetis al fuego. Se nos olvida. Una hora despues tenemos sopa de espaguetis.
Acabamos comiendo a las 6 de la tarde.
Y pasarte la tarde noche en el sofa, viendo una peli. Abrazados.
Fuera sigue lloviendo.
Te puedes imaginar un domingo mejor...?
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