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domingo, 15 de mayo de 2011

Conciliar el sueño


Entre los muchos motivos que, por lo común, alteran nuestro descanso, destacan:
La depresión o la exaltación de un exito.

Para el primero, la naturaleza posee numerosos antídotos:
El cerebro colabora con la voluntad para tender una sutil capa de humo que acaba ocultando el recuerdo del descalabro sufrido. Y tarde o temprano el sueño llega como una oportuna medicina.

Pero cuando la alteración viene producida por el éxito, ni la voluntad se presta a a tender esa protección ni el entendimiento colabora con ello.
Ambos a una, quieren regodearse con la satisfacción recibida, desean gozar con su recuerdo: Se niegan a perder el mas mínimo detalle y gustan volver una y otra vez al motivo de su contento

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