Si te alejas del otro durante una temporada larga, la TSNR se va a apagando, se va desinflando cada día que pasa y poco a poco crees que ya se ha apagado del todo y que no queda nada.
Te das palmaditas en la espalda por haber sabido sobrellevarlo y te confías completamente. Y de repente un día, te encuentras con el otro.
Es posible incluso que hayas propiciado el encuentro por algo pensando que podréis hablar tranquilamente, porque sois personas adultas y maduras que habéis conseguido superar ese breve episodio de enajenación transitoria que tuvisteis…y nada más llegar te das de bruces con que sigue allí, en medio, sonriendo y diciendo “ Hola..soy vuestra TSNR y ¡sorpresa! sigo aquí”.
Uno cree que la sabe manejar, y se dedica a disfrutarlo...pero claro, como todas las drogas al final es muy posible que se te vaya de las manos.
¿Qué pasa entonces?
La única manera de terminar con la TSNR es resolviéndola.
Y al resolverla, caben 2 opciones
A) El absoluto desastre: el otro besa mal o chusca mal o cualquier otra cosa fatal…te encuentras pensando ¿Cómo he podido pensar que este me gustaba?. Una tensión sexual Mal Resuelta se extingue…nada podrá volver a reanimarla. En fin, por fin se acabo.
B) O si se resuelve Bien... piensas, "He hecho esto para ver si terminábamos con esta tontería…y ahora ¿Qué hacemos?" Ahora, fuegos artificiales, mariposas, agujetas y demás”
Enamorarse no extingue la TSNR, la transforma en PADDL (Pasión Amorosa de Duración Limitada). Ahora son mariposas que hay que mimar y cuidar...
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