Tengo 28 años. Vivo en Madrid. Acabo de salir de una relación y estoy cansada de andar persiguiendo mi media naranja.
No busques más medias naranjas. Son un coñazo. Siempre querrán -necesitarán- algo de su ‘otra mitad’ (qué mal suena, por Dios). Su vida está incompleta, ya sabes.
Busca naranjas enteras.
Un tío -apunta esto- que no te necesite. Que tan sólo te desee, te admire y te respete. Alguien para quien no seas el final-de-la-juerga sino el comienzo-de-la-aventura.
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