Porque sabe cuándo jugar.
Porque no necesita un padre, ni un maestro ni un soldado.
Solo -como mucho- un amante.
Porque esta por encima
de su clase.
Y hace amigos en el infierno
Porque no la soportaba, hasta que la ame.
Porque -a veces- tiene tonterías de cría insoportable,
Pero me transmite una gran serenidad cuando me dice que todo
está bien, que nada es tan grave.
Porque la admiro.
Porque me deja conocerla.
Por los domingos
Y sí, por su cuerpo.
Mucho.
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