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martes, 21 de agosto de 2012

Nuestro sino



Tambien esta la vez que quedamos por la tarde,
nos fuimos a la cuesta de detras del parque
estaba cayendo la noche y no se veia
los demas estaban cerca con sus calimochos
nos besabamos
Bueno a eso no se le puede llamar beso.
Nos deseabamos.
Nos apretabamos el uno al otro
Intetabamos consumirnos
Uniamos nuestras lenguas
La excitacion nos embargaba
Así podiamos pasar horas
Porque en ese momento no se podia pensar en nada mas.

Me llevaste de vuelta en tu moto a casa de tu vecina, mi amiga.
Me había prestado una chaqueta larga antes de salir.

Al llegar a su casa, estaba emocionada.
Era muy feliz.
Estaba muy enamorada
Tenia 15 años
La empece a contar todo lo ocurrido.

- Huele un poco mal - Dijo ella.-

Miramos alrededor, miramos su chaqueta (la que me había prestado).
Resulta que en aquella cuesta, revolcandonos de amor me lleve un regalito a casa.

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